jueves, 22 de octubre de 2009

Calla, enmudece

"Cuando se sientan sacudidos de un lado a otro por las tormentas de la vida, cuando las olas se eleven y los vientos soplen, en esos momentos sería natural que ustedes gritasen en el corazón: 'Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?'. Cuando vengan esos momentos, piensen en el día en el que el Salvador se despertó en la popa del barco y reprendió a la tempestad. 'Calla, enmudece', dijo. En ocasiones tal vez nos veamos tentados a pensar que el Salvador no es consciente de nuestras pruebas, pero, en realidad, lo correcto es lo opuesto; somos nosotros los que tenemos que despertar nuestro corazón a Sus enseñanzas. Empleen su inventiva, su determinación para resolver las dificultades. Hagan todo lo que puedan y dejen el resto para el Señor."
(Elder Joseph B. Wirthlin, Liahona julio 2000, pág.73)

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