jueves, 22 de octubre de 2009

Padres - Responsabilidad de cuidarlos

"Los que somos jóvenes nunca debemos estar tan ciegamente entregados a nuestras propias ocupaciones que nos haga olvidar que todavía hay entre nosotros aquellos que vivirán en soledad, a menos que les permitamos compartir nuestras vidas como una vez ellos compartieron la suya con nosotros. No podemos devolverles sus días de juventud, pero podemos ayudarlos a vivir en la tibia calidez de un atardecer que se hace más bello por nuestra cordialidad, nuestro sustento y nuestro amor sincero y activo. La vida en su plenitud es un ministerio amoroso de servicio de generación a generación. Dios quiera que aquellos que nos pertenecen nunca queden abandonados en la soledad."
(Elder Richard L. Evans, Thoughts for One Hundred Days, pág. 222)

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