jueves, 22 de octubre de 2009

Principios - Aplicarlos en la vida cotidiana

"No hay una sola cosa grandiosa que se pueda hacer para obtener la vida eternal y yo creo que la gran lección que debemos aprender en el mundo actual es la de aplicar los gloriosos principios del evangelio a los pequeños actos y deberes de la vida cotidiana. No creamos que porque algunas cosas hoy parecen pequeñas y triviales no tienen importancia. La vida, después de todo, está hecha de cosas pequeñas. Nuestra vida, nuestro ser, se mantiene con pequeños latidos. Pero si ese corazón cesa de latir, la vida en este mundo se termina. El sol es una fuerza poderosa del universo, pero es una bendición para nosotros porque lo recibimos en rayos pequeños, que, todos juntos, llenan la tierra de luz solar. La oscuridad de la noche se hace más llevadera por el resplandor de lo que parecen ser pequeñas estrellas. Así también la vida de la persona cristiana se compone de pequeños actos buenos realizados a toda hora en el hogar, en el quórum, en la organización, en la comunidad o en cualquier lugar donde vivamos o sirvamos."
(Pte. David O. McKay, Conference Report octubre 1914, pág. 87-88)

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